viernes, 26 de septiembre de 2014

• Historia de un ruidito.


Estaba tan cansada que decidí cerrar los ojos y quedarme dormida aunque fuera de pie.Entonces lo escuché por primera vez: toc-toc:         hola Ruidito.            Desde aquel momento seguir el ruidito se convirtió en deporte de riesgo y , a la vez, en sesión de yoga.Cuando parecía que nos habían silenciado, ¡zas!, iba la vida y nos juntaba en un mismo compás.

Ay Ruidito, 
cuántas veces habré bailado feliz al escucharte. 
Ruidito aparecía 
y mis pies dibujaban la silueta de dos cuerpos 
a un paso de baile de distancia; 
como la piel y el deseo.

Ay Ruidito, 
ojalá pudiera envolver en estas palabras tu sonido
-a modo de reproducción aleatoria-, 
en todas sus versiones
para que hasta el sordo
pudiera disfrutarte. 
Ruidito desaparecía y mi alma quedaba arrítmico, 
como  cuerpo triste desfallecido
 tras el último bis de la intensidad.

Ay Ruidito, 
le sumé razón al corazón 
y acabó en valores negativos, 
soportando un gravamen plurifásico 
que me dejó sorda de un pie.
Maldito afán recaudatorio el de la razón;
cuántos corazones desahuciados .... 

¡Ay Ruidito! ... te extraño...

Y Ruidito, en realidad, se llamaba risa

                                                           y era la tuya....


lunes, 22 de septiembre de 2014

• París - Lavapiés lo mismo es.

Cojín+Fotografía: @luanord


Yo no quiero ir a París porque sea la ciudad del amor, ni de la luz ni gilipolleces de esas.Yo quiero ir a París para jugar a encontrar a la Maga en el Pont des Arts, para ir a Montparnasse y dejarle mi rayuela a Julito y presentártelo.
No quiero alguien que me sujete el paraguas, ya lo sostengo yo - hasta convertirme en el puto enanito de jardín de Amélie - quiero alguien que me abrace bajo la lluvia, después de haber cenado la mejor tosta de tomate y brie de toda la ciudad, mientras brindo con una amiga que es tan necesaria en mi vida como los sobres granulados que debo tomar cada noche.
Yo no quiero ir a París como el resto de las chicas. Puedo ser igual de feliz en Lavapiés, mientras mis pies escriben el poema más feliz de los últimos meses sobre la lluvia que los está empapando - #notamental cala menos una sandalia hecha charco que el beso que no has dado- , y, ¿sabes por qué?, porque la mejor tinta es la que me regala un encuentro contigo.
Yo entro, tú sales.Tú quieres pasar, yo te digo adiós y la despedida se convierte en reencuentro.Yo bajo, tú subes.  Vaya-sorpresón-me-has-dado.Yo estoy de espaldas, tú me sorprendes con una caricia. Que no, pero sí.Que somos como los niños que después de jugar se tiran del pelo.Que conmigo los   hola-qué-tal no funcionan,  prefiero los       si te gusta mi poemario te invito a un café.
¿Qué pasa que hasta para eso eres especial?,   y la respuesta es  yo no quiero París teniendo Madrid contigo. Porque no es la ciudad quien tiene luz, sino quienes la miran.LLévame a ver a Marwan y déjate de tonterías.Que lo nuestro no es ser normales. Por eso nos abrazamos en Lavapiés y no en París. Por eso te recito, no con micro abierto, sino con paraguas

 pídeme que llueva,
compartamos el paraguas.
Báilame el agua,
los sueños.
Regálame el reflejo de un beso
en este charco.
Invítame a una taza de té
-caliente-,
píllate los dedos por mí.
Escríbeme tu número en una servilleta
-valiente-,
que yo me haré la sorprendida 
y el viaje no será sólo de ida (...)

y , de pronto, un poema de agosto tiene sentido en septiembre y  acabo sucumbiendo ante la lluvia con la esperanza de que, quizá, después de no haber sabido ser ocho veranos, aún estemos a tiempo de ser otoño.
Y que mi móvil se llene de mensajes de amigos que dicen        anoche os vi.Sois puro amor.


Pinterest.
''Cierra los ojos
y déjate llover ''

lunes, 8 de septiembre de 2014

• La noche en la que el cielo se convirtió en un altar popular.


 
                 
                                                                           

Superluna 9 septiembre 2014. Tenerife



Hay una piñata llena de luz, 
colgando en el cielo, 
esta noche.
Irradia sueños, 
así que, ya sabes, 
súmate a la fiesta y ¡tira!,
para que empiecen a caer.
Sólo es cuestión de creer.
De ver piñatas donde otros sólo ven lunas.
Sólo es cuestión de creer para ver, 
para gritar  piedra libre para la luna, escondida detrás de las nubes.
Esta noche el cielo es un
altar popular  a la infancia. 
Ponle flores.
C
e
l
é
b
r
a
l
o
.

Luna llena sobre el Atlántico.Tenerife.

 ''...que la luna es niña 
                  que juega y se esconde...''
                                                                                 Andrés Suárez.

martes, 2 de septiembre de 2014

• No sos vos, es la pava; soy yo.

Y me dijiste opiná menos que después te andás quejando del Karma, che.
Y se me atoraron 3500 palabras que formaban un martillo hecho de piolines. Y podía tirar y tirar, pero nunca desenrredar. La sola idea de poder quedar atrapada entre los hilitos de colores, intentando armar el martillo - como quien intenta enderezar un tornillo torcido-, me había dejado exhausta. Por eso, cambié todo lo que te quería decir por un mate. Justo a tiempo. No hay nada como charlar con el matecito rojo. Y ahí, mientras hacía espumita, me di cuenta.
Qué te voy a andar contando mis historias de poemas adentro de cajitas de fósforos recicladas en torpes lienzos o de los versos devenidos en puzzles que no sé si meter en un sobre y mandar - quedándome con una pieza-, o enmarcar. Mirá si te voy a explicar que hay un Niño Mágico, dando vueltas por ahí, haciendo reír a los demás, aferrándose a esas risas como quien se agarra del barrote justo antes de saltar al vacío. Y todo, porque la sola idea de extrema libertad que le confiere el instante entre salto-y-caída, es más fuerte que el miedo a morir. Y por eso es mi amigo. O algo así. ¡Mirá si ibas a entender eso!
A vos hay que hablarte con la lección aprendida. Enseñada. Si no tenés el libro enfrente, con las palabras subrayadas como prueba, no la creés y terminás despreciándola con tu supuesta superioridad - leída y estudiada, nunca vivida-. A las palabras. O a quien te habla. Nunca me sacaste esa duda.
Vos tenés que entender el mecanismo de la calesita antes de subirte.Si no ni la valorás.Y aún cuando conseguís quedarte satisfecho con tus conocimientos, creyéndote ingeniero de calesitas, tengo mis dudas sobre tu capacidad para disfrutar de sus vueltas. Yo me subo si me gustan las figuras y a vos eso te desespera.Pensás que estás para mucho más, que una absurda atracción infantil. Probablemente sea así.

 
El matecito rojo.La bombilla de la Oma.
¡Llename el mate de pasto que va a tener más sabor que esto!, lpm, hace dos horas que tendría que haber cambiado la yerba. Eso es. De eso se trata todo esto. Los rituales hay que respetarlos.Valorarlos. Pero, mirá si te voy a explicar cómo preparar el agua para que no se lave la yerba de una, cómo llenar el mate y darlo vuelta para que quede el huequillo para la bombilla. Ponele que te llego a hablar de la importancia del equilibrio justo entre la hoja y el palo. ¿Te imaginás? ¡Nosotros dos hablando sobre equilibrio! Será de dios, las ideas que tengo ... Volvamos a lo importante. La pava. El mate. Cebar y charlar. Encontrarse desde ese lugar. Ser la bombilla en el costumbrismo del otro. Respetar la individualidad del otro y compartirla. Vos me habrías salido con el proceso de la yerba o , ¡peor!, con lo atrasada que queda la pava con respecto de las cafeteras de cápsulas. Y en esa discusión jamás te habrías dado cuenta que no se trata de dónde calentar el agua, sino de mí, porque yo soy eso. La pava sobre la mesa. Cuidado no te quemes. El matecito rojo. La bombilla de la Oma. La espumita de arriba. Siempre amargo. Le ponés azúcar y chau, fuiste. ¿Entendés?, ¿te das cuenta?, la vida pasaba por otro lado... No se trataba de aprender a cebar mate, la cuestión era serlo. Quería que fueras parte, no observador. Listo, ahí lo dije no más. Estoy cayendo en sentimentalismos.Enseguida se me pasa. Te imagino revolviendo con la bombilla y , ¡aia!, eso es peor que no valorar una sorpresa el día de tu cumpleaños, ¡dejame de joder!
Y sí. Vos estás para mucho más. No como esta yerba. Un deje a sabor amargo. Andá a lavarte los dientes, que después el dentista te reta por tener los dientes tan manchados, nena. Sí , mejor. Voy. Paseo por la planta de arriba. Me cepillo los dientes. Paseo.Enjuago. Me cepillo la lengua. Paseo.Enjuago. Ya-está.Ya-está.
Pasó el momento de la mateada. Tiene su hora, obvio. Fuera de tiempo pierde su esencia. Es como una casa sin patiecito, como una ciudad sin - al menos- una calle adoquinada.Menos mal que no te escribí todo esto, che. Menos mal que ni me cansé. Estamos-para-mucho-más.Para-mucho-más. Chau. Ein für alle Mal.