miércoles, 23 de marzo de 2016

• Bélgica. La paz ondea a media asta.


Bruselas 22 de marzo 2016.


Cada atentado terrorista nos deja 
además de las víctimas  fallecidas,
las que sobreviven 
y en ese target entramos todos ...





No quiero que las lágrimas llovidas ayer
hagan florecer el odio
aunque estemos en primavera
¡no quiero que crezca!,
no quiero más campos sembrados de
terroristas recogiendo armas
quiero que sea un mal año para esa cosecha
quiero que cultivemos flores para adornar
no para convertir las calles en cementerios

No quiero vivir en un mundo en el que
o eres de los que disparan/ se inmolan
o eres de los que tienes que correr para salvarte
no quiero un mundo que se divida entre
creencias o barbarie, pasividad o terrorismo,

trajes de políticos o chalecos de explosivos.


No quiero más puntos suspensivos
ondeando a media asta
hasta la próxima explosión
el próximo minuto de silencio ...





miércoles, 9 de marzo de 2016

• 9 marzo también es el día de la Mujer.






Las mujeres tenemos derechos
todos-los-días,
cuando los celebra el calendario
y cuando los ningunea la desigualdad de género




La luna sale todas las noches
y el calendario no le concede un día para
que le lluevan halagos, ni falta que le hace,
porque le sobra luz
para proyectarse y
abrirse paso entre las estrellas.

Mujer que acunas luz
en tu interior
y la conviertes en vida,
te admiro y te celebro,
no el 8 de marzo,
todos los días del año.
A la niña que fui
la integro en
la mujer que soy
y le susurro
ya llegará el día que no tengamos que
recordar que tenemos derechos
.
Que la vida te cuide de más,
         luna
         hecha mujer
que acunas luz en tu vientre
y arropas estrellas en tu ternura


martes, 1 de marzo de 2016

• Cerca de las vías.



Continuará ...




Buscando el camino de regreso a ninguna parte
llené mi inconsciente de nostalgia, mi presente de necesidades.
Ya vencida, aún vencida, siempre vencida;
bulímica emocional necesitada de absolutos
allí donde no tenía nada imploraba que hubiera algo/todo
cansada de conformarme con poquitos porque menos es nada las mías fueron siempre batallas perdidas.

A ratos paseaba de forma fantasmal por mis memorias
-las que sobrevivían al desagüe de mis arrebatos-
y las vertía en un pentagrama, con alma de cantautor, hasta componer
balada para un sordo, dejándome llevar por sus acordes mudos que
sonaban en ningún piano como una melodía a base de latidos.

Así descubrí las vías del tren que

me invitaron a dormir sobre ellas.
Me recuesto y siento que me acunan,
ya no me quedan fuerzas si quiera para pensar

            por qué no eres tú
               por qué ya no soy yo
                    por qué sólo me queda el frío de las vías ...
                          ya no me quedan fuerzas ...             

                                          ya no...

Cierro los ojos y me dejo seducir por
el aquí y ahora 

-sin control por mi parte-,
me entrego a estos raíles

-que me proporcionan el calor que la vida ya no me da-,
sintiéndome libre, sabiéndome esclava
-cómo pesan los grilletes del miedo
cómo inmovilizan las cadenas de la frustración-
de mis propios rigores, esos que asumí y que no me permití quebrantar,
de esta pasión que se niega a morir condenada al olvido
de la indiferencia de aquellos que creía parte y pilar de mi mundo
de los sueños que no cumplí y que sé ya no se cumplirán,

de las frustraciones;
y oigo como empiezan a caer paredes
que ya sólo son cartones,
quizá porque ya no hay lugar para más decepciones
quizá porque en mi necesidad de absolutos no cabe la lapidación bajo culpas
quizá porque no quiero un final de-a-poquitos porque menos es nada
                                           ¡no!

quiero un final que esté lejos de mis frustraciones /
cerca de mis sueños, de
mis fantasías de niña que amaba el teatro, los musicales, los conciertos que
acababan con cañones de confeti haciendo del instante una eternidad de luz  para mis ojos
                               ¡sí señor, eso es lo que merece mi tristeza!

                                                        (luz)


Llega el tren
la voluntad tiembla
camino por el filo de mis lágrimas y me corto
sangro salitre y pienso en todas las veces que me refugié en el mar
como si el oleaje fuese a traerme eso que creía merecer
y que sabía no tenía ni podía conseguir por mí misma.

Llega el tren
                      llega-pasa-se va- nada lo detiene

(silencio)

fue como si hubiese necesitado acariciar la muerte
para propiciarle una bofetada en vida


(silencio)
                       llegó- pasó- se fue- nada lo detuvo

Ahora soy la vida que

se gestó durante 9 segundos en aquella lágrima
nací en las vías

                                                                cerca del final, donde todo pasa ...

-criatura emocional-.