martes, 29 de enero de 2013

• Ser valiente en un cuerpo de cobarde .



- Uff ... demasiado para mi! No sé qué cojones te pasa conmigo,de verdad, no lo entiendo. Seguramente los errores hayan sido míos y te pido perdón. No quise hacerte daño, de verdad, nada más lejos de mi intención. Pero tú y yo no nos entendemos. No puedo moverme por sensaciones y encima acertar.Soy HUMANO,sabes? H-U-M-A-N-O.Y me equivoco. Y por más que lo intento,siempre,siempre te siento distante conmigo y ...
-¡¡Es que no se trataba de entenderme!! ...yo... - empezaba a quebrarse su voz - ¡¡sólo quería que me quisieras!!...

Y allí, en plena calle, ella fue más valiente y se atrevió a hacer lo que ambos estaban intentando disimular. Rompió a llorar. Un llanto que mezclaba rabia, impotencia y amor. Unas lágrimas que suponían el fin de una falsa valentía, de una fortaleza de cartón. Rompió a llorar sabiendo que estaba marcando el ritmo de un final anunciado. Un final en el que él sólo atinó a titubear:
-Lo siento ... hoy me he vestido con el traje de cobarde...lo siento... mucho... 
Lo sintió. Pero se fue. Así sin más. Se fue diciendo adiós sin decirlo.


Aquella tarde supuso el fin de una historia, de un nosotros que nunca se llegó a conjugar de forma correcta .Y al mismo tiempo, aquella tarde un orgullo fue enterrado. La vida es así. Siempre hay algo que ganar, allí donde hay algo que perder. Perder y ganar sólo están, ampliamente, distanciados en el diccionario.



                                                           •••

*Dedicado a todos los que, alguna vez, os habéis sentido luchadores de alma,pero el cuerpo no os ha acompañado. Especialmente, a los que habéis echado un pulso cabeza-corazón-cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario