Hoy me he levantado con ganas de decirle que le echo de menos.Me muerdo los dedos para no escribírselo.Envío mensajes/tuits/DM/privados a todo el mundo, a ver si así consigo que se me pasen las ganas.Pero no hay manera.Entonces me acuerdo de mi amiga Laura que siempre me dice ''¿A ti no te gusta que te digan que te echan de menos? Pues a los demás también''. ¡Tiene razón! Voy a beber un vaso de agua y me siento a escribirle.Bueno, ya que estoy, desayuno. Y si eso aprovecho para hacer unos recados - es un intento de autoengaño, a ver si estando entretenida se me pasan las ganas-.
Porque no os lo he contado, pero, al que echo de menos es un tanto peculiar.Que no digo que no le haga ilusión saber que le echo de menos ... pero, es de los que se ilusiona y se satura a partes iguales. Si le mandas un mail, puede que al verlo en su inbox, corra a desenchufar el ordenador, creyendo que cuando vuelva a encenderlo, el mail habrá desaparecido y nada habrá perturbado su paz interior (o peor, de poner su Iphone en ''modo avión'' permanentemente).Sí, lo sé, es un modus operandi bastante Neanderthal, pero creedme que es así.
Claro, estaréis pensando ''¿por qué le manda un mail, en vez de llamarle o enviarle un what'sapp?'',la respuesta es fácil: perdí su número.¿Por qué no se lo pido? ¡Antes salgo a la calle sin secarme el pelo ,un día de 99% de humedad! Pedirle el número sería reconocerle que quiero tenerlo en mi agenda.Y eso y decirle que le quiero, es, prácticamente, lo mismo.Como comprenderéis no es viable.No lo es.No insistáis.
Perdí su número, pero recordé que tenía su mail. Así que esa es nuestra vía de comunicación.Tiene un toque vintage que lo hace más divertido - segundo autoengaño- .
Creo que llamé y escribí a casi todo mi gabinete de crisis.Pero hay momentos, de vital trascendencia, en los que nadie contesta a tiempo.Así que me siento a escribirle. '' Te echo de menos.'' Si lo llego a enviar así sin más, sé de uno que acto seguido estaría sacando un billete, sólo de ida, destino Kualalumpur. ''Te echo de menos'' editemos. ''Ey! qué tal todo? Te echo de menos''. Tampoco. El problema es el mensaje tan explícito. Juguemos con el lenguaje y todas sus posibilidades,hagamos piruetas.Donde antes había un ''te echo de menos'' ahora hay cualquier tipo de pregunta, de escasa importancia, sobre su existencia.Y para finalizar, y no perder la esencia del mensaje -te echo de menos-, no puede faltar ''Espero que estés bien!Cuídate!sonrisas varias''. ¿Cómo?,¿que vosotros de ahí no descifráis que le echo de menos? Eso os pasa por ver tantos reallities y tanto zombie, habéis perdido vuestra capacidad de metaforizar con fervor.El mensaje es claro.Y él sabrá interpretarlo - o no. Tercer autoengaño- .
Y justo cuando le doy a ''enviar'' (botón que carga el diablo), me contesta mi amiga la chinita Marín y su armamento de preguntas ''¿Le has escrito?¿No quedamos en que no volverías a saber de él?¿Qué te dije de los mails?'' -China siempre me recuerda cosas que olvido en el fondo de mi subconsciente-.
Chinita parece mentira que no me conozcas ... es superior a mi, cada tanto me levanto con ganas de saber de él.Respuesta de la Chinita '' lo sé.Y lo peor es que te contestará. No os entiendo, pero sois tal para cual. Cuéntame qué le has escrito''.Contarle el contenido a tus amigas puede llegar a ser más complicado que escribirle a él. Nunca falta la inconforme, la disconforme, la que se lleva las manos a la cabeza diciendo ''Se lo has escrito así,¿ tal cuál?,¿tan seco?,¿no le has añadido ni un sólo emoticono?''. ¡¿Por qué le dais tanta importancia a los emoticonos?! ¡A mi me desquician! -por no hablar de los que sustituyen palabras por los dichosos dibujitos ...creo que podría soportar mejor un novio que tuviera más cremas en el baño que yo,antes que uno de éstos-.
No. No he matizado con ningún tipo de muñeco deforme (era un mail,vale;no el instagram de una egoblogger). ¡¡A ver si ahora va a resultar que no sabe que le quiero porque no le pongo emoticonos!!
Y en medio del gabinete de crisis, la pestaña de inbox marca un nuevo número.La tensión de ese momento sólo es comparable al que se vive en la apertura/cierre de la Bolsa,cuando caen en picado las acciones de x empresa,se desploma el Ibex 35 o la prima de riesgo roza algún nivel histórico.
Y el ruidito infernal del chat de Facebook o What'sApp no para de sonar. ''¿Es él?¿Qué dice?¡Queremos saber!¡No omitas detalles!''
Confieso que siempre que recibo un mail suyo,me dejo atrapar por el espíritu de Carrie Bradshaw cuando le envía su primer mail a Aidam -''¡oh dios mío!¿puede verme?''-. Evidentemente, no puede verme.Si pudiera hacerlo,ya habría pedido una orden de alejamiento, porque mi sonrisa estúpida delante del ordenador debe ser motivo suficiente para fundamentarla.
Y ahí está.Su respuesta en mi inbox.Primera lectura.Primeras interpretaciones.Gabinete de crisis.'' No te puedes quejar. Sigue tu mismo tono.'' La diferencia es que él sí ha insertado algún que otro emoticono - lo cual hace que me planteé que quizá no sea el hombre de mi vida-. Conclusión:
es cordial.Responde con educación a cada una de mis dudas y añade una pregunta random ''y tú cómo estás''.Cero sentimentalismo.''Perdona,pero eres la menos indicada para quejarte de escasez de sentimentalismo.Tu mail carece de él.'' Minipunto para Doña Perfecta,alias la Doctorada.
Vayamos a lo realmente importante, en esos casos, ¿hay que contestar a la pregunta random o pasar? Si contestas,¿se agobia o se alegra?, ¿dista tanto la interpretación femenina de la masculina en estos casos?,¿por qué la vida no trae soluciones como los test de la Superpop?
Cuando tenga las respuesta,prometo compartirlas con vosotras/os. Sí,queridos,porque es ''la histeria'', pero, también existe ''el histerismo'' ✌
Os dejo que tengo que volver a leer su mail.A ver si se me ha pasado por alto algún detalle...
¡Sonrisas varias!
fmdo: la chica que es cojonuda por mail,pero distante en persona
(sin emoticonos)
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